Una interesante curiosidad que puede que muchos no conozcan es que la desastrosa película live action estadounidense basada en Dragon Ball, del año 2009, fue emitida por televisión en abierto en España. Esta cinta no logró destacar en salas, fruto de su falta de interés por parte de su director, James Wong, además de una trama que se alejaba notoriamente de la obra homónima del gran Akira Toriyama.
Es más, la versión taiwanesa, titulada en nuestro país como Dragon Ball: Comienza la magia, que no contó con el permiso de su autor, ha tenido un mayor calado social y aceptación del público, a pesar de su corto presupuesto, tal vez por respetar en mayor medida la trama original, además de ser más consciente de sus propias limitaciones, dotándola, deliberadamente o no, de un mayor grado de humor respecto a otros intentos de acción real, como la cinta que nos ocupa.
Así pues, Dragon Ball: Evolution recibió unas más que merecidas críticas por parte del público y de los seguidores de Goku y sus amigos, que la han posicionado como uno de los peores largometrajes de la historia. Su recaudación alcanzó solamente los 60 millones de dólares en taquilla, una cifra no demasiada lejana al de su presupuesto, de 30 millones de dólares, que sentenció su fracaso dentro y fuera de Estados Unidos.
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Imagen promocional de la película. Fuente: Disney+. |
Resulta algo paradójico como esta decepción en cines logró hacerse un hueco en televisión, sin unos datos demasiado bajos para lo que se podría haber esperado, teniendo en cuenta todo el contexto explicado y el rechazo general hacia la propia película. Una singularidad que, por suerte, no ha tenido el manga y el anime, con reposiciones latentes en diferentes canales y plataformas, además de continuar con nuevos largometrajes y series, que dejan clara la popularidad del personaje creado por Toriyama y que, por el momento, parece ser eterno.
Fuente de Audiencias: Fórmula TV.
Portada del artículo: Elaboración propia junto al detalle del cartel vía RPP.
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