1 de agosto de 1999. Fuente: Senpai. |
La premisa de 7 niños elegidos que viajan sin comerlo ni beberlo al Mundo Digital, en medio de sus vacaciones de verano, producen una vinculación especial con el espectador, tanto para aquel que creció con el anime como para quien toma su primer contacto con este. Es uno de esos isekais en el que no nos damos cuenta que lo es, jugando a lo largo de toda la aventura con los dos espacios: mundo real y mundo digimon.
Y cuya línea temporal juega un papel importante, aunque normalmente pase desapercibido. Nos referimos a que la mayor parte del argumento tiene lugar en la primera semana de agosto, ya que la percepción del tiempo entre ambos mundos es distinta, donde en el Mundo Digital son numerosos días en el real tan solo transcurren algunas horas, al menos durante la primera temporada.
Barco en el desierto. Fuente: Animanga. |
A lo que debemos sumar los elementos propios del género y de la franquicia en sí, con las digievoluciones impactantes de los digimon, la evolución de sus protagonistas y de las relaciones con sus amigos y familiares o los valores que nos recuerdan y que conectan con nuestra sociedad actual: cambio climático, globalización, internet... Una constante que siempre aporta reflexión en las series de Digimon.
Por todo esto, estamos ante una de esas series, no solo isekai, que pese a sus años mantiene firme el cariño por parte de su público, y que logra ofrecer una entrañable aventura a través de sus 54 episodios. Motivo que nos hace volver a hablar de ella, y así seguiremos haciendo siempre que nos sea posible.
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