Joy

Detalle de la portada. Fuente: Distrito Manga.

Con la reciente llegada de Distrito Manga, el nuevo sello de Penguin Random, el manga ha recibido un nuevo impulso y más títulos. Gracias a su amabilidad hemos podido leer varios de sus primeros títulos, lo que nos va a permitir escribir en la web algunas reseñas. En esta ocasión, hacemos lo propio con Joy de Etsuko.

En este volumen único tenemos una historia de amor platónico muy bien construida entre un mangaka y su asistente. Estamos ante un número limitado de personajes, de hecho solo presenta un único secundario destacado y que supone un auténtico desafío en la relación de los protagonistas, por lo que se fomenta centrar todo el peso en ellos sin mayores subtramas.

Joy: Gô Okazaki es un mangaka especializado en shôjos que, con la inestimable ayuda de su asistente Yûsuke, se pasa las jornadas ideando historias que calen hondo en sus lectoras. Sin embargo, el mismo día que descubre por casualidad que Yûsuke es gay, su editora le propone dibujar un manga BL. Gô acepta el reto, pero enseguida se encuentra en un callejón sin salida: no se le ocurre ninguna idea buena para la trama. Finalmente, se decidirá a fingir que siente algo platónico por su asistente para, con suerte, lograr estimular su imaginación y crear así una buena historia. Pero ¿qué pasaría si esos sentimientos se transformaran en algo real?

Autor y asistente como protagonistas.

El diseño de personajes y trazo de Etsuko resultan maravillosos, diferentes a la línea que estamos acostumbrados en otros títulos del género, que enlaza magistralmente con la madurez y profundidad de las personalidades y trama.

No han sido demasiadas las veces que descubrimos historias vinculadas al mundo del autor de manga, y aquí en un entorno afable, alejado de los debates, tenemos a dos creadores que nos acercan su trabajo. Sin excesos pero con la visión de la pasión y amor por su trabajo. Algo fundamental para el mangaka y que aquí, además, con dos corrientes artísticas distintas que dan mayor riqueza a sus puntos de vistas.

El nuevo reto de dibujar un BL.

Si tenemos que ponerle algún pero a Joy es claramente su brevedad. No porque su lectura resulte corta por ser básica o simple, todo lo contrario al seguir una estructura elaborada, clara, definida e interesante. Es breve por el valor que tiene, la necesidad de seguir avanzando páginas por parte del lector. Algo que pocas veces se encuentra en obras de un solo tomo.

Sobre la edición, que cuenta con traducción de Marta Moya, es un tomo de tamaño 13x18cm y tapa blanda con sobrecubierta, compuesto de un total de 208 páginas en blanco y negro, que se puede adquirir por 8,95 euros en librerías y tiendas especializadas.

Personajes a los que se les coge cariño, una historia con un sabor distinto, un pequeño mundo de dos, un antagonista incómodo y el manga como motor de unión. Todo ello hace que Joy sea una buena lectura no solo para los amantes del BL, también para aquellos que quieran un título romántico corto y diferente.

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Agradecimiento: Distrito Manga