Sega vuelve por sus fueros

Fuente: Gamendustria
Cada vez es más lejana la edad dorada de Sega. La compañía azul supo captar perfectamente el espíritu de los 90, y se movió como pez en el agua durante aquella década. Mega Drive consiguió hacer realidad algo que parecía imposible: competir de tú a tú con la imbatible Nintendo y su Cerebro de la Bestia. Aquel éxito confundió a Sega, cuyas disputas internas condicionó el devenir de una Sega Saturn que no estaba totalmente capacitada para los juegos en 3D que empezarían a marcar tendencia a partir de 1994. La empresa empezó a verse entre la espalda y la pared, pero decidió deleitarnos con un último baile en forma de Dreamcast. Esta consola fue una bestia tecnológica muy adelantada a su tiempo, y para ella se lanzaron auténticas leyendas como los Sonic Adventure, Shenmue, Jet Set Radio o Soul Calibur. 

Pero todo sueño está destinado a terminar, y las ventas de la consola fueron insuficientes para Sega. La empresa pasó a ser una third party con el cambio de siglo. Desde entonces, los japoneses han alternado fases de grandes juegos con otras de títulos más modestos. Y considero que actualmente estamos viviendo una de las épocas más brillantes en cuanto a lanzamientos. Este buen momento está basado en varios pilares, que detallaré a continuación.

Fuente: Steam
La gran apuesta de Sega en los últimos años ha sido Yakuza. Nacida en tiempos de PS2, la saga de mafiosos japoneses ha vivido una auténtica puesta a punto en esta generación. Hemos visto nuevos lanzamientos (Yakuza 0 y Yakuza 6), remakes de juegos pasados (Yakuza Kiwami 1 y 2) y remasterizaciones de los títulos de PS3 (Yakuza 3, 4 y 5). Pero ahí no queda la cosa, ya que el Ryu Ga Gotoku Studio también ha experimentado con entregas que no tienen nada que ver con las aventuras de Kiryu Kazuma. En este sentido tenemos Judgment, un spin off con tintes detectivescos que analicé el año pasado; y Yakuza 7, que nos presenta un nuevo protagonista, una nueva localización y convierte la aventura en un RPG de combates por turnos.

Otro elemento fundamental en esta etapa de bonanza ha sido Atlus. La desarrolladora tokiota estuvo al borde del abismo en 2012-2013, pero Sega apostó fuerte por ella y la adquirió. Desde entonces, Atlus posee el músculo económico que le faltaba y ha sido capaz de sacar adelante juegos de altísima calidad, como Tokyo Mirage Sessions o Shin Megami Tensei IV; además de puestas a punto de títulos pasados como Odin Sphere, Dragon's Crown o Catherine Full Body. Pero el proyecto que ha puesto a Atlus en la primera línea de la industria ha sido Persona 5, un JRPG de máxima calidad que contó el pasado mes de marzo con una versión ampliada subtitulada Royal. Actualmente me encuentro terminando este título, y próximamente habrá análisis.

Fuente: Polygon
Sega ha apostado fuerte por el rol, más allá del aportado por Atlus. Además, lo ha hecho en diferentes variantes del género. En este sentido tenemos títulos de JRPG más clásicos como Shining Resonance Rafrain. Más cercano a la estrategia que al rol tenemos la cuarta entrega de la saga bélica Valkyria Chronicles, un auténtico juegazo multiplataforma de 2018. La última aportación de Sega al género es bastante reciente. El pasado mes de abril regresó una de las sagas más míticas de la época de Saturn en forma de nueva entrega: Sakura Wars. El juego combina elementos de visual novel y rol táctico, aunque en esta ocasión ha virado más hacia la acción.

Fuente: IGN
La escena indie y AA le ha servido a Sega para traer de vuelta algunas sagas míticas del pasado. En este sentido tenemos títulos como Wonder Boy: The Dragon's Trap, Monster Boy and the Cursed Kingdom, Puyo Puyo Tetris o el reciente remake de Panzer Dragon. Pero los más destacados han sido Sonic Mania, que recuperó la versión 2D más clásica del erizo de Sega; y Street of Rage 4, que puso fin el pasado mes de abril a una sequía de 26 años sin nuevos juegos de la saga, y consiguió recrear con maestría el "yo contra el barrio" tan característico de los 16 bits.

Fuente: As
El único "pero" que le puedo poner a Sega estos últimos años es el referente a su buque insignia, nuestro queridísimo Sonic. Ha pasado ya bastante tiempo del último título de máximo nivel del erizo en su vertiente 3D. Hemos tenido juegos notables como Sonic Lost World o el spin off de carreras Team Sonic Racing. Pero otros lanzamientos no han salido tan bien parados, como es el caso de Sonic Boom o Sonic Forces. El año que viene se cumplirá el 30 aniversario del erizo, y ojalá Sega tenga algo para deleitar a los fans.

Como hemos ido comprobando a lo largo del artículo, la mayoría de estos juegos que he ido mencionando no son, ni mucho menos, best sellers. Pero considero que son juegos importantísimos para un público de nicho en el que me incluyo a mí mismo, que se compra consolas como la PS4 más por este tipo de juegos que por los de las grandes third parties occidentales. Además, Sega ha apostado bastante fuerte por estos títulos en nuestro país, con traducciones al castellano como las de Persona 5 Royal, Judgment o Sakura Wars. Veremos qué línea mantiene la legendaria compañía japonesa en los próximos años.

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