El deporte a través del anime por televisión: el ejemplo de 'Slam Dunk'

Slam Dunk. Fuente: Prime Vídeo.
Más allá de un acercamiento cultural con Japón, el anime y su emisión por la televisión en España también logró impulsar a muchos jóvenes a animarse a practicar deporte. El mayor ejemplo lo tenemos con la mítica Oliver y Benji (Capitán Tsubasa), que sigue a día de hoy con una alta popularidad por parte de los espectadores, pero existen otros títulos clásicos, de los 90 y 2.000, que supieron implantar valores y motivación a la juventud. 

Unos con el acento puesto en la comedia, como fue Chicho Terremoto (Dash Kappei), otros colocando a la mujer como protagonista y con una alta dosis de drama, como Sergio y Juana (Attacker you) o Attack nº1 (La Panda de Julia), y también casos más contemporáneos donde los más pequeños pueden recrear movimientos muy imaginativos como Inazuma Eleven. Al final todos ayudan a fomentar la práctica del deporte, del compañerismo y el crecimiento personal. Un acercamiento que hemos realizado junto a la pequeña pantalla en canales nacionales y autonómicos, principalmente, y que a día de hoy siguen siendo tan importantes.

Slam Dunk pudimos verla en autonómicas como Canal 2 Andalucía. Fuente: Hipertextual.
El spokon, como género de animación japonesa, presenta reflexiones, diálogos internos, de desarrollo emocional que nos unen todavía más a los personajes, incluso con deportes que tal vez no nos llamen tanto la atención, pero que logran impactarnos y querer tomar partida de ellos. Y la mejor prueba y ejemplo, para mí, es Slam Dunk.

Cuando estudiaba en el instituto emitían en la tarde-noche de Canal 2 Andalucía la serie, con la que conecté muchísimo y me animó a querer jugar al baloncesto con mis amigos. La liga realizada por parte de mi centro durante los recreos ayudó aun más a que fidelizáramos partidos, siempre pasándonoslo bien y a crear con los otros equipos un buen ambiente. Por supuesto, no éramos los mejores en la pista. Pero le poníamos ganas y nos tomábamos con filosofía tanto las victorias como derrotas.

En definitiva, gracias a Hanamichi y su equipo del Shouhoku, puedo tener unos buenos recuerdos de mi etapa de adolescente. Aunque no conseguimos alzarnos con la copa de campeones, nos quedamos bastante lejos, sí pudimos llevarnos un premio. Además de los divertidos ratos encestando, nos dieron la medalla Fair Play. Un premio a la altura de los buenos equipos...

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