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| Imagen promocional de la serie en Nova. Fuente: Atresmedia. |
Este k-drama se ha convertido en el primero en emitirse en una televisión española en abierto, con un argumento muy interesante y cuyo objetivo era abrir el camino a nuevos productos audiovisuales coreanos tanto en su canal como en el resto de ofertas televisivas del grupo. Algo similar a la estrategia realizada hace unos años con los seriales turcos, y que sí ha funcionado a las mil maravillas llegando a ser uno de los pilares de la programación tanto en Antena3 como en Nova.
Pero, ¿por qué decimos que Saimdang no ha terminado de funcionar? Para responder a esta cuestión tenemos que destacar varios conceptos, claves en este mundo televisivo, como son horarios, duración y promoción. Puntos que nos hacen entender el contexto de la serie dentro del canal y que nos dan pistas de sus discretas audiencias, que a excepción del día de su estreno, donde logró una media de 1,7% y casi 140.000 espectadores, se ha visto mermada en cada uno de sus pases diarios, hasta caer al 0,9% y atraer a poco más de 81.000 espectadores en la noche del jueves en su cuarta emisión, según hemos consultado en la web Objetivo TV.
Una hora difícil: el falso prime-time
Pese a que desde Atresmedia se ha vendido que su pase se ofrece en prime-time, y por tanto el momento de la jornada en el que se congrega mayor audiencia, la realidad es que a esa hora estamos ya en pleno late-night, reduciéndose el interés de los espectadores que van desconectando las pantallas y yéndose, literalmente, a la cama a dormir.
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| Cartel de la serie para España. Fuente: Atresmedia. |
Esto produce que el público no busque con tanto interés la serie, brillando en menor medida que si se emitiera en otro horario, como pueden ser la tarde o el access (siendo este actualmente en la hora de máxima audiencia real) y en el que se puede ver El Sultán, un culebrón histórico turco y que suele presentar los mejores resultados de la jornada en la cadena.
Una duración desmedida
Aunque Saimdang. Diario de Luz no cuente con demasiados episodios, son un total de 28 a diferencia de las novelas latinas u otomanas con cientos de capítulos en su haber, su duración ronda en algo más de una hora para cada uno de ellos. Por lo que si añadimos los espacios publicitarios entremedias y que en su primer pase estuvo en antena durante más de 3 horas, llegando a poder verse hasta las 2 de la madrugada, ha producido un efecto de desconcierto y convertirse en una misión imposible de ver en su emisión lineal.
Bien es cierto que existe la posibilidad de disfrutar de los capítulos en la plataforma Atresplayer, sin embargo no aporta el mismo interés de conversación social en las redes, como Twitter, por lo que no destaca tanto en su promoción y el boca a boca para aumentar el número de interesados al k-drama.
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| Escena del anuncio promocional de la serie. Fuente: Atresmedia. |
Una promoción desinflada: tu k-drama me suena
Como decíamos al inicio, Atresmedia ha usado todo su arsenal de programas y canales para dar visibilidad a este serial surcoreano. Pero pese a ese impulso previo no se ha mantenido en el tiempo, sin una constancia a ese nivel. Por supuesto, tampoco ha ayudado que no sea una serie de estreno real, puesto que pudo ser vista en Netflix temporadas atrás, con ausencia de doblaje en castellano en la plataforma, además de ser una producción con más de cinco años desde su aterrizaje en la televisión de Corea del Sur.
En conclusión, este primer intento de introducir al mercado televisivo en España de k-drama no ha funcionado por una ubicación en parrilla poco vistosa, un bloque de duración abusivo y un producto que no es tan novedoso como parece. Algo que tendrá que valorar la cadena para, en el futuro, seguir apostando por el audiovisual surcoreano, que está causando sensación en todo el mundo.
Fuente: Objetivo TV
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