'Tales of the Neon Sea': Puzzles en la ciudad sin ley

Fuente: MeriStation.
En los últimos años hemos visto cómo ha habido un importante auge de todo lo relacionado con la estética cyberpunk y las distopías sobre épocas futuras, en las que la convivencia entre humanos y robots es ya una realidad y la cirugía a base de implantes mecánicos está a la orden del día. Cyberpunk 2077 fue uno de los grandes responsables de esta fiebre, pero no fue el primero ni el único. Este tipo de ambientaciones también ha tenido su recorrido en la escena indie con juegos como el que hoy analizamos. Tales of the Neon Sea es una aventura gráfica desarrollada por Yiti Games y publicada por Thermite Games en 2018, y que desde el pasado 21 de abril cuenta con una versión física de la mano de Tesura Games.

En Tales of the Neon Sea conocemos la historia de Rex, un expolicía que tiene buena parte de su cuerpo sustituida por implantes autómatas y que actualmente se pasa los días ejerciendo de detective o emborrachándose. Nuestro protagonista vive atormentado por un caso que no logró solucionar cuando aún estaba en el cuerpo. Se trata de un asesino en serie conocido como Noa, que se caracteriza por descuartizar a sus víctimas y crear esculturas con las diferentes partes de sus cuerpos. Todo ello ocurre en un mundo en el que los robots empiezan a tener los mismos derechos que los seres humanos, hasta el punto de poder presentarse a las elecciones presidenciales.

Fuente: Nintendo.es
El juego nos plantea una aventura de estética pixel art basada en la investigación de escenarios, la búsqueda de pistas y objetos clave, y la resolución de puzzles. A diferencia de otras aventuras gráficas, en Tales of the Neon Sea controlamos directamente a nuestro personaje. Nos movemos por los escenarios 2D a nuestra voluntad, y al acercarnos a ciertos objetos podemos interactuar con ellos. Esta mecánica es importante, ya que Rex es todo un manitas y puede fabricar utensilios en su banco de trabajo con los objetos que vamos recogiendo. Con las nuevas creaciones podremos solucionar ciertos puzzles o avanzar hacia nuevas zonas.

La resolución de puzzles es uno de los grandes pilares sobre los que se asienta el título. A lo largo de la partida tendremos que hacer frente a desafíos de dificultad creciente, normalmente basados en la manipulación de objetos electrónicos: dirigir la corriente eléctrica hasta cierto punto, conectar cables, abrir cerraduras... La tipología de los puzzles no es demasiado variada, pero resultan interesantes y sostienen el peso del juego. Los más trabajados son aquellos que implican un elevado grado de interacción con el escenario, como alcanzar un punto elevado mediante el desplazamiento de plataformas. Lo cierto es que más de un puzzle hará que nos estrujemos los sesos, y es bastante posible atascarse si no eres muy ducho en estas lides.

Fuente: Neoseeker.
En ciertas partes de la historia controlaremos a William, un gato de lo más simpático que Rex conoce al comienzo del juego. Las mecánicas no varían demasiado en estos tramos, pero ayuda a aportar algo de variedad al desarrollo de la aventura y nos echaremos unas buenas risas viendo cómo la delincuencia y los vicios también han inundado el mundo gatuno. Tampoco faltarán las investigaciones de escenas del crimen o puzzles en los que tendremos que reconstruir los hechos. Sin embargo, no hubiese estado de más alguna mecánica de juego adicional, como interrogatorios o zonas de sigilo.

La estética de Tales of the Neon Sea es uno de los apartados más destacados del juego. El título presenta un cuidado apartado pixel art que brilla con especial fuerza en la representación de los escenarios. La ciudad está dominada por las luces de neón, la lujuria y lo futurista, en contraste con la sensación de decadencia y pobreza que impera en los bajos fondos. El apartado gráfico es menos brillante tanto en el diseño de personajes, que resultan bastante genéricos, o los puzzles, donde se pierde buena parte del encanto pixel art.

Fuente: IGN España.
Sin embargo, si algo cojea en Tales of the Neon Sea es todo lo relacionado con el texto. La trama resulta insulsa, y da la sensación de que está bastante desaprovechada. El tema de la convivencia entre seres humanos y robots podría haber dado para bastante más, y acaba en un segundo plano. Por otro lado, a lo largo de la historia Rex hace mención de manera repetida a casos anteriores de Noa y nos sentiremos bastante perdidos. Es cierto que contamos con una base de datos con información de todo tipo, pero creo que estas situaciones se podrían haber resuelto mejor. Posiblemente lo más flojo sean los personajes y la traducción. El reparto no es demasiado interesante y el desarrollo de los personajes es prácticamente inexistente. La localización no ayuda a solucionar este problema, con diálogos que parecen dignos de robots y traducciones demasiado literales y difíciles de entender.

El texto en una aventura gráfica es una parte fundamental del juego, y la discreta calidad del mismo en Tales of the Neon Sea limita el nivel del título. Sin embargo, el interesante planteamiento de juego y la accesible duración de la aventura (entre seis y ocho horas), hacen que Tales of the Neon Sea sea un juego a tener en cuenta para aquellos jugadores que tengan ganas de pensar y que busquen una propuesta basada en la resolución de puzzles. Tesura Games ha preparado para este público una estupenda edición coleccionista para Nintendo Switch, PS4 y PS5, que contiene extras como la banda sonora del juego, un set de imanes o un libro de postales, entre otros.

Fuente: Regionps.com

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