'Cuentos de un pasado lejano': Cuentos de un mundo conectado

Detalle de la portada interior de la obra. Fuente: Satori Ediciones.
Pese a la distancia y el tiempo, hay una conexión humana entre los distintos discursos literarios que se dan a lo largo de la historia. Una premisa dibujada en la necesidad de dejar constancia de nuestra presencia y de transmitir hechos a nuevas generaciones. En un mundo como era la Edad Media, si enmarcamos el contexto desde un mapa temporal con visión occidental, donde se plantean numerosos interrogantes, miedos y en el que la ciencia no estaba tan asentada, llama la atención que tanto en Oriente como en Occidente se elaboren relatos que fusionen tan bien la picaresca, la divinidad y la realidad del costumbrismo

Desde lo más patrio, como puede ser El Conde Lucanor, pasando por el Decamerón, hasta llegar a las mágicas Las mil y una nochestodas presentan una horquilla temporal relativamente cercana, aunque sus lugares de origen se encuentren muy alejados, cuyos contenidos terminan impregnados de esa misma simbología transversal que hemos mencionado.

A través de la adaptación manga realizada por Shigeru Mizuki del Konjaku Monogatari (Cuentos de un pasado lejano), una colección de relatos compilados durante la primera mitad del siglo XII y que constituye una de las obras más valiosas de la literatura clásica japonesa, podemos apreciar una visión humana y que nos evidencia un mundo conectado mediante la transmisión folclórica y cultural. Porque la esencia del ser humano se comparte en su concepción artística, pero también en su existencia y su propio ser, con valores tradicionales y religiosos, aderezados con el misticismo, la magia y, también, la astucia.

Hombre y mujer: deseos, sexo y pecados

El deseo carnal, al igual que se relata en las obras occidentales nombradas, se hace palpable en estos cuentos transmitidos en el país del Sol naciente, con un hombre creyéndose ser más inteligente que la mujer, que no duda en sacrificar su alma para llegar a convertirse en demonio y lograr su objetivo, dejando la rectitud y "buen camino". Es por tanto que el hombre ya no es hombre, y su victoria se concibe en el marco sobrenatural e inexplicable, como resultado de su lujurioso pecado.

Detalle de la portada del capítulo "Romería a Inari". Ejemplo donde la mujer deja en evidencia al esposo.
En otras ocasiones, la astucia de la esposa deja en evidencia al varón, en cuya vanidad y machismo se resquebraja su posición, ya sea mediante engaños o juegos, algo que provoca su vacío y como consecuencia le lleva a la vergüenza y burla. Hecho que nos hace recordar a varios cuentos que relataba Boccaccio en su Decamerón. Detalle que contrasta con la imagen que debía tener una mujer en la época, sumisa y dispuesta a atender a su esposo, y que también se refleja en varios capítulos.

Por supuesto, a veces no hay necesidad de un enfrentamiento ni finalidad claro, donde se busca un equilibrio entre el costumbrismo, lo extraordinario y lo mágico, como es embarazar a una mujer tras comer un nabo. De este modo se hace una alegoría sexual, cómica y hasta cierto punto caprichosa para dar explicación a una situación muy fantasiosa.

Animales, criaturas y espíritus: dónde encontrarlos

En muchas ocasiones, la obra intenta dibujar hechos extraordinarios, como el intercambio de almas, misteriosas apariciones o, también, el rapto de personas. En todos estos casos se emplea elementos divinos, mitológicos o animales, que evocan el miedo y la incertidumbre por parte de los personajes, e intenta deslumbrar una explicación en un contexto donde la razón difícilmente puede explicar lo sucedido.

Demonios. Mitología japonesa.
Es aquí donde hace acto la religión, lo espiritual, muy arraigada en el Japón del medievo, que se une con el costumbrismo del país, y que todavía hoy se mantiene aunque no con la misma intensidad, y que se aborda el Konjaku Monogatari, con el interés por poder domar a las criaturas fantásticas o utilizar técnicas místicas para confundir o hechizar. Un simbolismo del deseo humano por alcanzar aquello que no esté a su mano.

De igual modo que en ese universo mágico que nos relata Las mil y una noches, la fantasía reina conviviendo en un cosmos terrenal, donde lo mitológico y lo humano se cruzan en sus caminos, de forma casual o intencional, desarrollando tramas que sorprenden, de una u otra forma, al lector.

Mundos en un lugar lejano

Escena donde el asceta se encuentra un manantial de sake.
Del deseo, como hemos escrito varios párrafos atrás, hay mucho mostrado en las historias de Cuentos de un pasado lejano. El mejor ejemplo lo tenemos en El pueblo del manantial de sake. Una historia de mundos conectados, aparentemente utópicos, paraísos para el hombre que quiere saciar y sucumbir a sus deseos pero que supone tener que pagar un gran precio si se abandona dicha tierra. Un mundo alejado del mundo.

Pero también los hay dentro del nuestro, o al menos aparentemente, con espacios como una casa deshabitada que sirve de puente con el más allá, ejemplo de ello un pabellón budista abandonado utilizado como lugar de retoce y adulterio.

Tan lejos y tan cerca

Las moralejas, habitualmente presentes, hacen que la obra, pese a titularse como de un pasado lejano, más bien refleje un paralelismo con nuestra época, que evidencia que, ya sea en Japón o en España, no somos tan diferentes y más bien nos encontramos más cerca de lo que creemos, y que la literatura puede ser atemporal y con nexos temáticos. Algo que ya se ha estudiado, con mucha más profundidad que en nuestro texto, por parte de expertos académicos, como es el caso de Marta Añorbe de la Universidad de Nagoya en su artículo Tipos y motivos literarios comunes entre cuentos japoneses y españoles: la muerte predestinada y que recomendamos leer para ampliar este breve análisis

Porque al final, como sucedía en El Conde Lucanor, en el Konjaku Monogatari se evidencia una clara enseñanza moral, de aprendizaje y relato de los hechos del día a día. Con evidentes diferencias que no merman esa cercanía, que tal vez se desdibuja en forma pero no contenido, con unos pilares religiosos que en ocasiones no se alejan demasiado con los de Occidente.

El miedo, sentimiento universal, en lo cotidiano, en este caso hacia los gatos.

Konjaku Monogatari by Shigeru Mizuki. Copyright © 2022 Mizuki Productions. All rights reserved.

Bibliografía consultada:

  • Don Juan Manuel, (2004), El Conde Lucanor, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, (http://www.cervantesvirtual.com).
  • Giovanni Boccaccio, (2010), Decamerón, Editorial Austral.
  • G.M., Abel, (2022),  Las mil y una noches, la magia de los cuentos orientales; en National Geographic, (https://historia.nationalgeographic.com.es/a/mil-y-noches-magia-cuentos-orientales_17061).
  • Marta Añorbe, (2022), Tipos y motivos literarios comunes entre cuentos japoneses y españoles: la muerte predestinada, Dialnet (https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8444185)
  • Real Academia Española, RAE (https://dle.rae.es/).

Agradecimiento: Satori Ediciones

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