'Kenshin, el guerrero samurái: El Final': cerrando cicatices

Imagen promocional de la película. Fuente: Netflix.
Tras la trilogía en live action de Kenshin, ahora el samurái que decidió no volver a matar debe enfrentarse a su pasado de frente. Una película que ejecuta una mágica coreografía de peleas de espadas que sabe contentar a sus fans y a los amantes del cine del género

Netflix ha adquirido tanto esta como la última adaptación fílmica del manga creado por polémico Nobuhiro Watsuki, y en el que repite como director Keishi Otomo, y que recientemente hemos podido visionar en la plataforma para ofreceros nuestra crítica sin spoilers.

En Kenshin, el guerrero samurái: El Final nos situamos en 1879, en la Era Meiji, con  Kenshin y sus aliados teniendo que hacer frente al enemigo mas poderoso hasta la fecha: su excuñado Enishi Yukishiro y todos sus secuaces, que han jurado vengarse.

Como ocurriera en las anteriores cintas, se prescinde de gran parte del humor original para potenciar enormemente el drama, la acción y la arrolladora carisma de los personajes, en especial de Kenshin y su antagonista, Enishi Yukishiro

Esto nos permite adentrarnos en un largometraje que, pese a su amplia duración, no deja al espectador aburrirse, conociendo con mayor detenimiento el pasado de nuestro protagonista y creando épicos momentos de acción donde los actores pueden demostrar todo su talento en este tipo de escenas.

Escena de acción en la película. Fuente: Warner Bros Japón.
Respecto al doblaje, Netflix cuando quiere sabe satisfacer las necesidades del público, contando con todo el elenco de voz de las tres primeras películas, en los que tenemos que destacar a Carlos Lladó (Inuyasha) y a Cristal Barreyro (Terraformars) encargados de dar interpretación a la pareja, Kenshin y Kaoru, y que no dejan de brillar en ningún momento. A los que se suman, entre otros, grandes actores del doblaje como David Jenner, David García Llop, Isabel Valls o Inés Molareda.

En cuanto a la traducción y adaptación se encarga Alessandra Moura (CardCaptor Sakura, Magical Doremi, Sailor Moon) junto a la dirección de César Andreu, quien ya dirigió dos de los tres anteriores films. Respetando el trabajo previo y haciendo que el espectador que vio la trilogía inicial pueda seguir disfrutando de la película sin problemas.

Estamos ante un largometraje digno del manganime que adapta, repleto de acción y que hará las delicias de los fans. Una obra que sabe jugar con lo ya mostrado, donde pasado y presente terminan chocando, con venganza mediante, y que no duda en explotar al máximo las personalidades de los personajes. En definitiva, un live action a la altura de Kenshin.

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