Diversos tomos manga. Fuente: Cheapo Guides. |
Salvo las grandes, como Planeta Cómic, Norma Editorial o Ivrea, cuya experiencia en el sector las hace ser todoterrenos con su catálogo, la mayoría de editoriales tiene que crear una línea editorial que se relacione con ella. Algo que les ha servido, en especial a las más recientes, a lograr que su público potencial se les acerque.
Portadas de la Weekly Jump. Fuente: Everyeye Anime. |
De similar forma trabaja Milky Way, aunque con licencias que presentan cierta profundidad en su trama, que son marca de la casa desde sus comienzos como Your Lie In April, A Silent Voice o Atelier of witch hat, con una cita mensual en redes sociales coincidiendo con el lanzamiento de sus novedades bajo el nombre de #MangasDeMedianoche, donde su público comparte sus compras realizadas en la tienda de la editorial.
Con un catálogo dedicado a la literatura japonesa, tenemos Satori Ediciones, que ha elaborado una colección manga compuesta de obras clásicas y de autores de renombre en la historia del manga como Queen Emeraldas de Leiji Matsumoto o Box de Daijiro Morohoshi. A la que acompaña una imagen seria, profesional y que mima cada uno de sus lanzamientos, como ha demostrado a través de su comunicación por medios de las redes y de sus propias ediciones.
En este "boom" tan atípico que está sufriendo el manga en papel en España, que no termina de arrancar en su mercado digital, se unen editoriales que han decidido explorar en mayor o menor medida el cómic japonés como Kitsune Books. Han buscado licencias potentes, con gran proyección como El Ratón de Biblioteca y Orphen, y que les ha permitido dar un golpe sobre la mesa para ganar presencia pero, por otro lado, debido a ser obras de cierta longitud y que siguen en publicación les limita a la hora de crear un catálogo más amplio y diferente. Y cuya asignatura pendiente, las redes sociales, deben seguir potenciando aún más.
Tomos expuestos para su venta. Fuente: Le Telegramme. |
Y esto parece que en algunas empresas del sector se les está olvidando. Priorizando abarcar cuanto más mejor, con una comunicación irrisoria, plana y sin personalidad. E incluso, ignorando los eventos, esos a los que el público tanto les llama la atención y que permiten contactar a editoriales con lectores, humanizando y acercando una industria que debe hacer frente a una crisis sin precedentes.
En definitiva, podemos decir que siendo editoriales que confían en sus obras y con personalidad propia, se puede, en gran medida, conseguir que tus clientes sigan apostando por ti, atraer público potencial y mantenerse en un mercado tan difícil como es el de la edición manga.
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