El fin del mundo en 'Neon Génesis Evangelion' y su relación con nuestra sociedad en la actualidad

Shinji pilotando el EVA 01. Fuente: POMTAIM.
El fin del mundo ha sido uno de los miedos más representados en la Historia de la humanidad. La incertidumbre del mañana, de la desaparición del espacio donde cohabitamos y la destrucción de la sociedad humana como tal, es un tema muy recurrente en obras de ficción. Pero, también, en la vida real se conocen relatos, que muchos consideran como verdaderos, que profetizan el Apocalipsis, como pueden ser la biblia o las predicciones que realizaron los mayas.

El término "apocalipsis" proviene del griego ἀποκάλυψις (revelación), una situación catastrófica que evoca una imagen de destrucción. Algo que en Neon Génesis Evangelion tiene lugar al final. Y que su creador, Hideaki Anno, terminó ejecutando en dos versiones: los episodios 25 y 26 en la serie televisiva, y los episodios 25' y 26' en la película The End of Evangelion.

En una situación de crisis como en la que nos encontramos, sanitaria y económica, y en medio de la celebración del 25 aniversario de esta obra manganime de culto, vamos a intentar dar una interpretación de dichos finales y su reflejo en el mundo actual que vivimos. Pues, tanto para los constantemente nombrados mayas, como para nuestro diccionario, una crisis puede ser un cambio profundo en algún proceso o situación. Y de eso en Evangelion tenemos mucho.

Escenas de los episodios 25 y 26. Fuente: Wiki Neo Génesis Evangelion.
Existe bastante consenso entre el público sobre diferenciar sus dos finales. Uno, mucho más íntimo, fruto de las limitaciones económicas que tenía el estudio, donde el protagonista realiza un monólogo interno y un profundo psicoanálisis de su evolución en la serie; y otro, con una producción notablemente mayor, que manifiesta físicamente todos los hechos que acontecen en el mundo de Evangelion en el que se lleva acabo el Plan de Complementación Humana, unificando a toda la humanidad en un único ser y convirtiéndola en una única entidad divina.

Mientras la primera de las fórmulas, nos permite adentrarnos en una crisis emocional de Shinji, en la mayor parte, quien ha tenido que sufrir numerosos cambios en su vida: desde reencontrarse con su padre, convivir con personas inicialmente desconocidas y posteriormente de gran calado en sus emociones, hasta asumir la responsabilidad de pilotar un EVA, entre otras situaciones, termina comprendiendo su lugar en el mundo. Aceptando su destino y todo lo que ha supuesto su existencia. Culminando en un "felicidades" por todos los personajes que han ido interactuando con él a lo largo de la obra. Y es que la aprobación, tanto de uno mismo como ser y, además, del ámbito que nos rodea es fundamental para poder avanzar como individuo.

Complementación humana. Fuente: Twin Cities Geek.
Por otra parte, en la segunda y última fórmula, se nos saca de esa cueva, platónica, que nos evoca a la Alegoría de la caverna. Lo que hemos conocido en un principio no es el auténtico final. Salimos del universo paralelo creado en el interior del protagonista, del joven héroe, para deslumbrarnos con la verdad. Las intenciones de SEEL no son otras que unir a toda la población mundial en un todo, y acabando con la individualidad racional de cada ser. Las sombras proyectadas en los episodios que conocíamos no son las reales. El fin del mundo se erige con la destrucción del individuo y colectivizando su cuerpo y alma en uno.

Tras esta reflexión, de carácter personal, hay que hacernos la gran pregunta con la que dábamos pie al texto: qué relación existe entre el universo de Evangelion y el nuestro en la actualidad. Vivimos en un mundo repleto de constantes cambios. Y una ruptura de ciclos, donde la normalidad que venía acompañándonos hasta hace relativamente poco se ha deshecho, como si del Segundo y Tercer Impacto, que se desarrollan en Neon Génesis Evangelion, se tratasen. Salimos de esa cueva, que nos parecía tan cierta, para darnos de cara con esa realidad que nos ha roto todos los esquemas. Tenemos, ahora, que hacer frente a un gran peligro. La materialización de los Ángeles (o Santos en japonés) toman forma de virus. A la difícil tarea de la autodestrucción humana se la añade una externa, en este caso, el famoso coronavirus que tiene aterrado a una gran parte de nuestra población.

La realidad y la ficción suelen ir de la mano. La imaginación suele quedarse corta frente a una realidad que no deja de asombrarnos, para nuestra desgracia, con este tipo de situaciones. Y es que existe una clara lucha entre las necesidades individuales y las colectivas. Donde prima el egoísmo de algunos frente a una equidad y justicia que podría hacernos una sociedad mejor. Este debate, que vemos en Neon Génesis Evangelion, es el que nos alerta que nos encontramos en medio de una crisis, de un cambio, de un trágico apocalipsis, que de alguna manera tendremos que sortear para poder seguir existiendo. Si no queremos que el resurgir de la humanidad quede en manos de dos jóvenes que se odian...

The End of Evangelion (Episodios 25' y 26'). Fuente: As.com

Bibliografía:

  • Arbones, Álvaro (2018). Tú (no) necesitas ser un héroe, Héroes de Papel.
  • Platón, (2017). Mitos, Alianza Editorial.
  • Real Academia Española, RAE (https://dle.rae.es/).
  • Corona, Sonia (2012), ¿Qué predijeron los mayas? No significa "el fin del mundo" sino el final de una era; en el Huffingtonpost (https://www.huffingtonpost.es).

Publicar un comentario

1 Comentarios

  1. Se trata de un buen paralelismo con respecto a la obra de Hideaki Anno. Al fin y al cabo, estamos frente a una crisis generalizada sin precedentes. Una identificada mediante un punto de inflexión de su gravedad a mortalidad, el tercer impacto, y cuya sensación es que la vida ha sufrido un cambio profundo y de consecuencias importantes.

    Y aunque el panorama es desolador, un bucle de negatividad y catastrofismo, en nuestra mano está salir.

    Un saludo y buen texto ^^

    ResponderEliminar