Amor de Gata: belleza y nada más

Escena del film. Fuente: Cinemore.
Netflix ha estrenado este verano la película Amor de Gata, del director Junichi Sato y del estudio Colorido, en un momento donde está más de moda que nunca un estilo que ha llevado a un nuevo nivel Makoto Shinkai y al que la plataforma de VOD ha querido sumarse.

Miyo, conocida por sus amigos como "Muge", se transforma en gata con una máscara mágica para poder estar cerca del chico que le gusta, Kento. Pero, sin darse cuenta, la línea entre lo humano y lo animal comienza a desdibujarse, quedando atrapada como una gata...

Realidad y ficción se dan la mano en un claro slice of life fantástico que nos relata la vida de una adolescente con sus típicos problemas de adolescente: el chico que le gusta pasa de ella, una relación bastante tensa con su madre divorciada y una difícil aceptación hacia la nueva pareja de padre. Todos los clichés posibles condensados en una cinta de 100 minutos cuyo único punto a su favor que encuentro es en su mágica y preciosa animación.

Tal vez esté siendo demasiado duro pero me ha resultado difícil de terminar. A diferencia de otras películas similares, no me ha dejado ese "pellizco" que podía esperarse en un largometraje así. La trama la he visto muy forzada con personajes que han extralimitado, al máximo, sus propias personalidades.

Más allá de la belleza estética, siento que Amor de Gata no está al nivel de lo que podría esperarse de una producción de estas características. Ni si quiera el doblaje castellano, que siempre defiendo, me parece acertado. Seguramente por las prisas y parones que se han encontrado durante el mismo. Para mi, un experimento de Netflix para complementar su oferta de Shinkai y Ghibli.

Publicar un comentario

0 Comentarios