Imagen promocional de Fire Emblem Three Houses. Fuente: Nintendo. |
Three Houses recoge la idea de múltiples ramificaciones de la historia que ya vimos en Fates. Sin embargo, esta vez todo se encuentra incluido en el mismo cartucho (en Fates hubo tres juegos, al estilo de Pokemon). Al comienzo de la partida tendremos que escoger entre una de las tres casas disponibles: las Águilas negras, los Leones Azules y los Ciervos Dorados, cada uno con su propia historia y personajes. Por tanto, estamos ante un título de dimensiones colosales, ya que si queremos ver toda la historia y completar todas las rutas, la duración se dispara por encima de las 150 horas.
Lo bueno de Three Houses es que la experiencia se adapta totalmente a nosotros. Podemos elegir entre tres modos de dificultad (incluido el modo lunático, que ha sido añadido en la última actualización), y también podemos elegir si la muerte de nuestros personajes sea permanente (como ha sido siempre en la saga) o los recuperamos después de cada batalla. Esto hace que el juego pueda ser desde un paseo por el campo, a un auténtico desafío.
Fire Emblem se basa en batallas en mapas cuadriculados, en los que, como si del ajedrez se tratara, vamos desplazando a nuestros personajes por el tablero para eliminar al ejército enemigo. Las unidades tienen diversas clases (jinetes, espadachines, magos, arqueros...), con sus ventajas y desventajas. Además, estas unidades irán mejorando sus destrezas, adquiriendo habilidades e incluso es posible promocionarlas a clases superiores. Aquí entra una de las grandes novedades de esta entrega: el monasterio.
Escena del videojuego. Fuente: Nintendo UK |
El monasterio constituye una evolución bestial del castillo de Fates, en el que podíamos recolectar recursos y hablar con nuestras unidades. En este sentido, Fire Emblem se ha mirado en uno de los mejores espejos que se puede mirar actualmente un JRPG, la saga Persona. Disponemos de un calendario en el que tendremos que gestionar los días como creamos conveniente. Podemos utilizar nuestro tiempo para impartir seminarios, que mejoran las características de nuestros personajes, participar en batallas de entrenamiento para ganar de experiencia o explorar el monasterio.
En el monasterio podemos realizar una gran cantidad de tareas. Podemos dedicarnos a cultivar frutas y verduras, pescar, invitar a nuestros soldados a comer para motivarles, luchar en el coliseo o incluso tomar el té con nuestros aliados, para estrechar lazos con ellos. Una vez a la semana, podemos impartir clases a nuestras unidades para que mejoren en la disciplina que más nos interese (ya sea la destreza en un arma concreta u otras características como la habilidad para montar a caballo). Todo este sistema resulta muy intuitivo, y hace que la progresión de los personajes sea muy satisfactoria.
Una de las grandes bazas de Three Houses, como en muchos de los episodios de la saga, son sus personajes. Hay una gran variedad de ellos y la mayoría resultan muy interesantes. Además, el juego nos permite conocer mejor a aquellos que más nos interesen, pudiendo incluso llegar a casarte con tu waifu o husbando favorito.
A nivel técnico, el salto de 3DS a Switch es tremendo. Los sprites son sustituidos por modelos 3D de los personajes muy bien detallados. No se puede decir lo mismo de los fondos y los escenarios, pero cumple bien para el tipo de juego que es. Donde sí he visto un paso atrás ha sido en el diseño de los diferentes mapas, sobre todo comparándolos con los últimos Fire Emblem de 3DS. Me han parecido mapas bastante planos la mayoría, poco intrincados y con bastante repetición de paisajes (bosques, ciudades, desierto y poco más). No es que estén a bajo nivel, pero sí me parecen inferiores a los vistos en Fire Emblem Fates, por ejemplo.
Fire Emblem Three Houses es un excelente punto de partida de la saga en Switch. Un título muy extenso que, a poco que te guste el género, te mantendrá pegado a la consola decenas de horas. Y resulta muy recomendable también para nuevos jugadores, debido a la accesibilidad de sus dificultades más bajas. Sin duda alguna, estamos ante uno de los títulos más destacados de Switch para este año, un serio candidato a JRPG del año y el gran exponente del rol táctico en la actualidad.
Escena táctica del videojuegos. Fuente: GameWith. |
A nivel técnico, el salto de 3DS a Switch es tremendo. Los sprites son sustituidos por modelos 3D de los personajes muy bien detallados. No se puede decir lo mismo de los fondos y los escenarios, pero cumple bien para el tipo de juego que es. Donde sí he visto un paso atrás ha sido en el diseño de los diferentes mapas, sobre todo comparándolos con los últimos Fire Emblem de 3DS. Me han parecido mapas bastante planos la mayoría, poco intrincados y con bastante repetición de paisajes (bosques, ciudades, desierto y poco más). No es que estén a bajo nivel, pero sí me parecen inferiores a los vistos en Fire Emblem Fates, por ejemplo.
Fire Emblem Three Houses es un excelente punto de partida de la saga en Switch. Un título muy extenso que, a poco que te guste el género, te mantendrá pegado a la consola decenas de horas. Y resulta muy recomendable también para nuevos jugadores, debido a la accesibilidad de sus dificultades más bajas. Sin duda alguna, estamos ante uno de los títulos más destacados de Switch para este año, un serio candidato a JRPG del año y el gran exponente del rol táctico en la actualidad.
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