Neon Génesis Evangelion

Título  y escenas en Evangelion. Fuente: Gigazine
Neon Génesis Evangelion es uno de esos animes que llegó a nuestro país a través de las cadenas autonómicas. Pero no fue uno más. Aunque pudiera parecer un simple anime de género mecha, escondía una profundidad apasionante que conforme avanzamos en su trama nos hace más participe en ella. Una evolución interna que cautiva al espectador y lo hace pensar. Tal vez por ello, se ha convertido en una serie de culto.

Neon Génesis Evangelion nos cuenta la historia de Shinji Ikari, seleccionado como uno de los pilotos de unos robots gigantes denominados EVAS. Su misión es acabar con unos monstruos que han llamado Ángeles. En medio de todo, tendrá que hacer frente a sus problemas personales, sus miedos, inquietudes... ¿La humanidad podrá salvarse?

Desde que empieza a sonar el opening hasta que termina el ending, nos encontramos ante una asombrosa historia, compleja, llena de personajes. Cada uno con sus problemas, que van siendo desentrañados en cada episodio. Aunque sobresale Shinji, no es el único protagonista. Una serie coral, que se va acrecentando, sobretodo, a partir de su segunda parte.

El pasado y el presente se entrelazan con flashbacks para situarnos en las laberínticas mentes de los personajes. La acción no es constante. En muchas ocasiones, ni si quiera necesaria. Condensa muy bien uno de los pilares de la animación nipona: el monólogo intrapersonal. Conversaciones internas que nos ayudan aún más a comprender las variadas personalidades y objetivos de los personajes. Las escenas de combates son reflejos del interior de los pilotos

En cuanto a los diseños y animación, Gainax y Hideaki Anno nos traen una absoluta maravilla. Son evidentes las limitaciones, pero es precisamente mediante estás donde surgen experimentos artísticos que sorprenden al espectador. En especial al final del anime. La falta de presupuesto provocó apostar por un giro de guión en el desenlace. División entre los fans, que pudo resarcirse con la película The End of Evangelion.

Pese a cierta crítica con algunos términos, el doblaje castellano presenta muy buen nivel. Tonalidades de voz distintas en comparación a las japonesas, pero más cercanas a las nuestras. Shinji es un adolescente, y la interpretación de Albert Trifol no podía ser más acertada. De igual manera destacar a María Moscardó como Misato y Juan Carlos Gustems en el papel de Gendo. Con el reestreno en Netflix estas voces serán cambiadas, aún así quedarán en la memoria del espectador que disfrutó de la serie a principios del 2000.

La banda sonora es una de las más aplaudida por el público. Destacando los temas de apertura y cierre. Un opening, A cruel Angel's Thesis, que es toda una oda a la propia historia que se nos relata, y su ending, Fly me to The Moon, un culmine que según la intensidad del episodio nos recita una versión distinta.

Su rica interpretación, análisis, el éxito que ha desarrollado desde su estreno en 1995... Estamos ante una de esas obras con calado social muy importante. Pocas lo han logrado. Y Evangelion se ha alzado hasta alcanzar esa cima reservada a un selecto grupo de series. Varias ediciones físicas, las películas y el manga han podido ser adquirido por el aficionado español. Todavía queda por estrenarse su último largometraje que cierra su tetralogía reboot: Rebuild og Evangelion.

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