'Una película de Minecraft': una cinta en modo "hardcore"

El esperado largometraje inspirado en el universo del popular videojuego Minecraft ya ha sido estrenado en cines y no hemos podido evitar acudir a una sala para disfrutar de una cinta que juega en un difícil desafío por equilibrar su aventura y poder hacer disfrutar a toda la familia, incluso aquella que desconoce al completo todo el mundo cubico de Minecraft.

Bienvenido al mundo de Minecraft, donde la creatividad no sólo ayuda a crear, sino que es esencial para la supervivencia. Cuatro inadaptados -Garrett "El Basurero" Garrison (Momoa), Henry (Hansen), Natalie (Myers) y Dawn (Brooks)- se encuentran luchando con problemas ordinarios cuando de repente se ven arrastrados a través de un misterioso portal al Mundo Exterior: un extraño país de las maravillas cúbico que se nutre de la imaginación. Para volver a casa, tendrán que dominar este mundo (y protegerlo de cosas malvadas como Piglins y Zombies, también) mientras se embarcan en una búsqueda mágica con un inesperado experto artesano, Steve (Black). Juntos, su aventura desafiará a los cinco a ser audaces y a volver a conectar con las cualidades que hacen que cada uno de ellos sea único y creativo... las mismas habilidades que necesitan para prosperar en el mundo real.

Una película de Minecraft es una acertada adaptación cinematográfica en live action, que consigue trasladar toda la creatividad y magia del juego original, donde en las escenas de acción es cuando mejor sabe brillar y con un Jack Black que capta toda la atención con un personaje hecho a su medida. Es precisamente él quien tira de todo el peso para conectar con el público. Su presentación durante la película produjo el aplauso de los más pequeños y su humor cercano la simpatía de los más adultos.

Para lograr todo esto, el film se encuentra en modo hardcore, el nivel más difícil de Minecraft, porque se intenta equilibrar todo el guion, algo complejo cuando se tiene en cuenta que los padres que acuden a los cines no saben realmente nada, más allá de lo que puedan relatar sus hijos sobre el juego, al que se arropa con una nostalgia a los años 80 y 90 y que es representada por el personaje de Jason Momoa, con un perfil de antihéroe, que no termina de convencer.

Personajes atrapados en un puente. Fuente: Cineycomedia.

En una cinta como esta no podían faltar las referencias al propio juego, la experiencia en la primera vez en la aventura, las batallas contra los monstruos, las granjas de criaturas, la construcción de infraestructuras, los intercambios con aldeanos o la creación de herramientas. Y, sobretodo, algo que destaca por encima de todo es su música. La banda sonora de Minecraft se acopla magistralmente y envuelve muy bien en los momentos que la requiere.

Visualmente bonita, aunque el croma a veces - casi siempre - sea demasiado evidente. Es en conjunto una película digna para el videojuego, muy familiar y que sorprendentemente rinde bien, llegando a pasar el tiempo volando en sus 100 minutos de duración. A los más pequeños de la casa les hará maravillar por ver su juego en la gran pantalla y al resto de la familia reirán con los chistes y juegos de palabras.

Portada del artículo: Detalle del cartel de la película. Fuente: Sensacine.