'Edge of Eternity': La interpretación francesa del J-RPG

Fuente: Nintendo.
En junio del año pasado se lanzó en PC Edge of Eternity, un J-RPG de corte indie realizado por Midgar Studio, un equipo francés de en torno a 20 personas. Con motivo de su llegada a consolas, hemos podido acceder a una copia del juego gracias a Meridiem Games, y por ello os traemos unas primeras impresiones del título. Tras más de 12 horas de juego he de decir que este juego de rol, cuyas principales influencias son titanes del género como Xenoblade Chronicles o Final Fantasy, va por buen camino para convertirse en un lanzamiento más que interesante para los amantes del rol oriental.

Edge of Eternity nos sitúa en Heryon, un mundo que ha sido víctima de una invasión alienígena. Los extraterrestres se mostraron pacíficos en primera instancia y colaboraron en el desarrollo tecnológico del planeta. Sin embargo, un tiempo después revelaron sus auténticas intenciones y liberaron una terrible enfermedad para acabar con los humanos, conocida como la Corrosión. En la piel de Daryon, un desertor del ejército, y su hermana Selene, nos embarcaremos en una gran aventura en busca de una cura para la Corrosión.

Fuente: Marca.
Lo primero que llama la atención del título es la magnitud del mismo. Es sorprendente cómo un estudio tan pequeño y con un presupuesto limitado haya podido construir un mundo de tan vastas proporciones. Es aquí donde reside su principal parecido con Xenoblade Chronicles. El mundo del juego está compuesto por amplias zonas abiertas, con multitud de recursos por recoger, cofres ocultos, enemigos de nuestro nivel o mucho más fuertes, ciudades en las que se alojan mercaderes y un buen número de misiones secundarias... Además, el título cuenta con transición entre el día y la noche, lo que afecta a las misiones disponibles y a los tipos de enemigos que encontramos. Estas zonas de mundo abierto se alternan con cuevas y mazmorras, de diseño más clásico y lineal, en las que tienen lugar las misiones de la historia principal.

El segundo punto que me gustaría destacar es el sistema de combate, probablemente el apartado que más me ha gustado de Edge of Eternity hasta el momento. Es un sistema de combate por turnos, con influencia de los Final Fantasy de la época de PS1, pero que también añade elementos de su propia cosecha. De esta manera, la base del combate es el sistema ATB, por el cual podemos realizar una acción cada vez que se llene la barra de nuestro personaje. Podemos atacar, defender, movernos (lo cual explicaré más adelante), usar objetos o realizar ataques especiales y hechizos. El sistema de magia también recuerda a las materias de Final Fantasy VII. Cada arma cuenta con su propio diagrama en el que podemos engastar gemas de varios tipos, que nos permiten acceder a las magias o nos dan bonificaciones para las características del personaje.

Fuente: Jeux Actu.
El giro de tuerca está en que las batallas transcurren en un tablero de casillas hexagonales, lo que hace que tanto el movimiento como la colocación de nuestras unidades en batalla sean elementos de crucial importancia. Aquí surgen diversas posibilidades estratégicas, ya que podemos buscar la espalda de los enemigos para causar más daño, proteger a nuestros magos mientras conjuran sus hechizos, o aprovechar elementos del escenario como balistas para atacar a distancia o cristales para mejorar nuestra defensa contra ataques elementales. Estamos ante un sistema que resulta muy adictivo y que ya ha propuesto combates bastante exigentes e interesantes en las horas que llevo jugadas.

Otro elemento a destacar es la existencia de un completo sistema de crafteo. Los materiales que recogemos de los escenarios y enemigos nos sirven para crear todo tipo de objetos: consumibles como pociones o éteres, equipo para mejorar a nuestros personajes o armas más poderosas. Además, también podemos sintetizar gemas y obtener cristales más valiosos para engastar en nuestras armas. Edge of Eternity también incluye añadidos como la posibilidad de viajar por el mundo en montura (los nekanguros) o puzzles que se valen del sistema de desplazamiento entre casillas para su resolución. Todo esto ayuda a aportar variedad y profundidad al título.

Fuente: Hyper Hype.
A nivel técnico es donde más se hace notar el pequeño tamaño del estudio y su presupuesto. Los escenarios son bellos y la iluminación está bastante bien conseguida, pero los modelados de los personajes y especialmente sus animaciones van bastante justitas. La fluidez es otro de los problemas del juego, especialmente en la exploración de las zonas más amplias, en las que el juego sufre. Los tiempos de carga, al menos en la versión de PS4, tienen una duración considerable. La banda sonora corre a cargo, entre otros compositores, de Yasunori Mitsuda, que ha participado en obras de leyenda como Chono Trigger o Xenoblade. Su presencia se hace notar con bellas melodías a piano y en un pegadizo tema de batalla.

Las horas jugadas a Edge of Eternity me han servido para descubrir un J-RPG de la vieja escuela que también se atreve a proponer elementos frescos al género. Habrá que ver cómo evoluciona la historia y sus personajes a lo largo de la partida, pero estamos ante una opción muy interesante si te va el género y estás buscando opciones alejadas de los grandes nombres del rol oriental. Además, Edge of Eternity cuenta con doblaje al japonés y está disponible en PS4, PS5, Xbox Series (está incluido en Game Pass) y desde el 23 de febrero, en Nintendo Switch. 

Fuente: RPGamer.
Agradecimientos: Meridiem Games

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1 Comentarios

  1. Compartimos sensaciones muy similares con el juego de marras. Las influencias con respecto a las vacas sagradas del género son más que evidentes, pero también se las ingenia para aportar elementos de cosecha propia.

    Por nuestra parte, nos quedamos sobre todo con el sistema de combate. Se nota que desde Midgar Studio ha invertido muchísimas horas en ofrecer unas mecánicas con muchas posibilidades en el fragor de cada batalla.

    Un saludo y buen artículo ^^

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