Aquella vez que me convertí en slime

Anuncio de presenación del manga. Fuente: Norma Editorial
El mundo manganime no deja de asombrarnos en innumerables ocasiones con sus fantásticos mundos y personajes. ¡Más aún cuándo hablamos de la historia de un slime! Esos seres pegajosos que suelen aparecer en mangas y animes cómo mascotas o enemigos. Pero en Aquella vez que me convertí en slime (Tensei Shitara Slime Datta Ken) será un auténtico protagonista. Con una trama diversa, divertida y llena de acción.

Aquella vez que me convertí en slime: Satoru Mikami ha muerto intentando salvar, de una manera muy cómica, a sus amigos. Y reencarna en un nuevo lugar donde existe la magia y los monstruos... Aunque resulta: ¡qué él es uno de esos monstruos! En medio de sus alocadas y graciosas aventuras irá conociendo a distintos personajes, entre ellos un poderoso dragón que le dará su nuevo nombre: Rimur Tempest, que lo ayudarán a vivir y adaptarse a su nueva forma.

El género reencarnación o Isekai (otro mundo) está en auge, sobretodo desde la llegada de Sword Art Online. Pero el caso de Aquella vez que me convertí en slime destaca por encima de historias similares en su argumento lineal y notoria evolución del protagonista, dónde la comedia cose muy bien entre escenas de batallas. No se queda estancado en el típico Slice of life.

Es imposible no encariñarse con Rimur, quien se ve constantemente arrastrado por las situaciones de los demás y teniendo que resolver los problemas del resto de personajes. Algo que iremos viendo en toda la trama y que termina siendo el eje central de la propia historia.

Portada del manga. Fuente: Norma Editorial
En líneas generales, se combina muy bien el humor, el drama y la acción, algo de los más entretenido para el lector. Destacamos sus diseños, muy atractivos visualmente, de mano de Mitz Vah.  Se nota bastante que bebe de su fuente original, la novela escrita por Fuseaunque muestra ciertas variaciones ligeras, sin emborronarla.

La edición española presenta el tomo en formato B6 (130x182) con encuadernación rústica sobrecubierta, tal y como viene siendo la tónica de la editorial. El interior cuenta con 192 páginas en blanco y negro con lectura en sentido oriental. Respetando al máximo la versión japonesa.

Recientemente se ha estrenado su versión anime realizada por el estudio 8-Bit, y se puede ver en la plataforma Crunchyroll en todo el mundo de manera legal y con subtítulos al español. No sería extraño que llegase en edición doméstica a nuestro país de manos de Selecta Visión, o incluso que pudiera verse en Netflix a medio o largo plazo.

Norma Editorial ha apostado por este manga que va a lanzar el próximo 8 de Marzo, coincidiendo con el Japan Weekend de Barcelona, al habitual precio de de 8 euros. De momento, en Japón, han salido 10 tomos y continúa en su revista mensual Monthly Shonen Sirius, de Kodansha.

Enlaces: Norma Editorial

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