El videojuego al servicio del arte: 'Animal Crossing' y el Museo del Prado

Clara Peeters y Francisco de Goya en Animal Crossing. Fuente: Mº del Prado.

Los videojuegos no solo son una forma más de entretenimiento, son un arte en sí. Y también pueden ser una excelente herramienta para acercar al público materias educativas como la geografía, las matemáticas, la lengua, la Historia o, en el caso que vamos a tratar, la Historia del Arte. 

El mejor ejemplo lo encontramos en la unión del aclamado Animal Crossing New Horizons y el Museo Nacional del Prado. La institución cultural española no solo se dedica a la exposición de obras de arte, sino que además realiza un grandísimo trabajo de investigación y divulgación de las representaciones artísticas que encontramos en sus instalaciones.

Una labor en la que no ha dudado en emplear las redes sociales (Twitter, TikTok, Instagram, etc) para llegar a la gente más joven y conectar con un lenguaje cercano y muy atractivo. Reinventándose con el fin de exportar el arte y su historia a todo aquel que quiera saber más.

Contemplando Las Meninas de Velázquez en AC. Fuente: Mº del Prado.

Fruto de ello es Prado Educación, un proyecto vivo que quiere ser el puente entre el Museo del Prado y la sociedad del siglo XXI. A través del mismo nace esta actividad que une el exitoso videojuego Animal Crossing y la propia institución, sirviendo de puerta para que los jugadores puedan adentrarse de una manera divertida a diversas obras de arte que forman parte del museo.

Todo este apartado jugable se complementa con pequeños textos que contextualizan y aportan información a los jugadores, siempre con un tono divulgativo, alimentando la curiosidad a los más jóvenes y que acompañan vídeos empleando al videojuego.

Una manera distinta pero efectiva de crear un espacio lúdico-cultural entorno al videojuego, que empuja a querer descubrir más sobre las pinturas, que aporta valor e importancia a los museos y la relevancia que se merece la educación. Una experiencia acorde con nuestro tiempo y sin dejar de poner a la Historia y Arte como centro para entender nuestro pasado, presente y futuro.